domingo, 8 de septiembre de 2019

la necesidad de la tutoria académica en la formación docente en el siglo XXI

En la actualidad la práctica docente no es una labor fácil ya que se ha enfrentado a múltiples transformaciones. Esto lleva a la necesidad de contar en mayor urgencia con la presencia de un docente que acompañe el proceso de aprendizaje de sus estudiantes y que éste sea capaz de entender y coadyuvar con el crecimiento de sus educandos. Se debe  tener claro que se requiere de un perfil que esté a la altura de las circunstancias en el paradigma educativo, y que favorezca también el entorno social en el que se desenvuelven los futuros profesionales de la educación, sin dejar de lado el gran impacto que en la actualidad tiene el uso de tecnologías de información en la vida diaria y especialmente  de los jóvenes que se encuentran en formación académica docente.
La tutoría diversificada es una acción estratégica que obedece no sólo a la política nacional que se establece desde hace más de 10 años en instituciones de nivel superior y en donde las escuelas normales se inscriben como parte de estas instituciones; también se implementan como una acción específica dentro de las propuestas de planeación estratégica y de desarrollo institucional en donde la propuesta que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) promueve para tal fin, representa una orientación para la construcción del programa institucional de tutorías de cada una de las  instituciones formadoras de docentes adecuándose a las condiciones propias de cada institución
Es por lo anterior, que, en mi opinión, se requiere hacer un análisis de las diferentes concepciones acerca del trabajo tutorial y repensar las prácticas desarrolladas hasta el momento y —si fuera el caso— hacer los ajustes necesarios para lograr las metas propuestas en dichos proyectos institucionales. 
Un ejemplo de este tipo de trabajo es la labor que el Sistema Nacional de Desarrollo Profesional (SINADEP) tiene como objetivo impulsar desde su ámbito de acción. Es importante tomar en cuenta que expertos en el tema como Baudrit (2000) Cid y Pérez, (2006) señalan que la tutoría es guiar, hacer un seguimiento y apoyar el proceso formativo para que el estudiante personalice el aprendizaje, incorpore a su funcionamiento cotidiano las habilidades y estrategias adquiridas aplicándolas a las distintas situaciones con eficacia, desarrolle habilidades para la obtención de información, etc. 
Ante estas aportaciones una postura interesante es la de Fernández (1998) al mencionar que es fundamental el referente a su capacitación profesional, el referente a sus cualidades personales, y a su actitud ante la propia tarea de ayudar y orientar. Es decir, se requiere de un perfil acorde para desempeñar la labor de tutor, no cualquier docente puede desempeñar este trabajo.
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