lunes, 2 de diciembre de 2019

ieres aprender? ¡Encuéntralo! 
Es la persona capacitada y con cualidades ético, morales y espirituales capaz de sintonizar con los alumnos y acompañarlos y guiarlos hacia el desarrollo y práctica de valores y actuales positivas que fortalezcan su vida personal y social futura.
Por ello se recomienda que el tutor debería ser egresado de una carrera de psicología, psicopedagogía, sociología, servicio social o ser una persona con inteligencia general, con capacidad de observación e intuición personal, con aptitud para la comunicación asertiva.  ...sobre todo con equilibrio emocional (inteligencia emocional)
¿Quiénes no pueden ser tutores?
Las personas rígidas, restrictivas, autoritarias y con falta de motivación para el trabajo.
El ser tutor es una labor que requiere voluntad y compromiso de estar cerca  a un grupo de jóvenes que necesitan un espacio en el que alguien pueda escucharlos y en quienes puedan confiar.
Cuando el docente sabe que va a ser tutor; se planteará una serie de preguntas como:
-       ¿Cómo será esto?
-       ¿Qué voy a hacer?
-       Como serán los alumnos?
-       ¿Qué problemas o necesidades tendrán?
-       ¿Cómo manejaré sus dificultades?
Por su puesto que todas estas preguntas no serán resueltas al mismo tiempo; quizás tomará mucho más tiempo y serán satisfechas a largo plazo.
RELACIÓN TUTOR - ALUMNO
La labor y las acciones de tutoría se sustentan en el establecimiento de un vínculo especial entre docente y alumno; es una relación afectiva que vá mas allá de la labor académica; un vínculo que abre un nuevo espacio en el que se va a conocer al alumno en otras dimensiones se le va a acompañar y orientar en otros aspectos de su vida personal, y para lograrlo se requiere de la confianza, a comunicación, la comprensión y el respeto de ambas partes.
La relación tutor-alumno es el encuentro entre dos personas, cada una con su propia historia de vida, con sus características, pensamientos, sentimientos, expectativas, aspiraciones, fracasos y temores.
Tratándose de una relación con estas características, el tutor debe tratar siempre de diferenciar su vida de la de sus alumnos a pesar que tengan experiencias similares de vida no identificarse con sus problemas; evitar comentar nuestras cosas personales, no es conveniente que el alumno conozca aspectos íntimos de nuestra vida personal.
De allí que nuestra labor como tutores debe abocarse a:
1.               Conocer las inquietudes, preocupaciones, temores, intereses, gustos y preferencias de los alumnos.
2.               Comprender que cada alumno es una persona independiente y autónoma que tiene su propia individualidad y personalidad.
3.               No dejar que el alumno, tome las decisiones de acuerdo a sus criterios, ayúdelo a encontrar las mejores decisiones.
4.               NO pretendan cambiarle la vida, ayúdelo a vivir de la mejor manera con su realidad.
5.               Sea sincero con él, incluso cuando lo que tenga que decirle sea duro y difícil de aceptar, ayúdelo a ser fuerte para enfrentar sus problemas.
6.               Considerar el trabajo cooperativo con los demás docentes y con los padres de familia para que comprendan y orienten a los jóvenes a la solución de sus problemas.susan161299@gmail.com
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